Analizando el libro del MdT
Como buena periodista -porqué mis profesores dicen que ser periodista es una actitud y no un papel- he empezado el libro de Concepción Cascajosa por las entrevistas. Antes de comentarlas quiero destacar los dos grandes prologos -que fueron lo primero que leí- de la profesora y Javier Olivares.
Una palabra para definir el de Javier es emoción, siento coincidir con Pablo, pero sí, eres un sentimentaloide pero te diré un secreto: las mejores personas lo son. Escribo esto escuchando "I dream a Dream" no digo más. Como comenta Anaïs Schaaff en su entrevista, no quiero ser cómo tú (básicamente porque sería pretencioso, estúpido e inútil) pero si quiero, algún día, transmitir la mitad que tú (y para alguien como yo eso es difícil).
Concepción, no te conozco (deja que te tutee) pero es bonito cuanto cariño transmites en ese prólogo. Creo que cada ministérico podría contar porqué la serie está hecha para él o ella. La conclusión que saco de esto es que la serie esta hecha de un gran equipo para un gran grupo de 'peripatéticos' (discípulos de Aristóteles que paseaban mientras paseaban por el ágora) a los que nos llegó cuando tenía que hacerlo.
Las entrevistas que componen el libro, entre mágnificos textos de diferentes profesionales de diversos ámbitos (cosa que potencia aún más que este, nuestro ministerio, nos ha calado hondo a todos y todas independientemente de nuestras diferencias) son a Javier Olivares, Anaïs Schaaff y Marc Vigil. Las tres piezas hablan de sus trayectorias y sus funciones en el Ministerio.
Javier cuenta muchas cosas interesantes pero lo curioso es que, en esa entrevista, se puede apreciar cómo si Pablo hubiera estado ahí. Yo tengo mucha tendencia a creer en los ángeles y poca en las casualidades. Creo que, en cierto modo, Pablo cuida de todos y especialmente de su hermano. Por eso una segunda temporada, por eso la familiaridad (creo que el fabuloso equipo es una suerte de familia por lo poco que me ha llegado de Aura, Nacho, Anaïs y Francesca. Javier es un hombre que ha peleado junto a su hermano mucho tiempo (como él mismo cuenta) pero ahora peleamos todos juntos. Eso es tan verdadero como que yo nunca dejaré de ser 'british' y medio norteamericana y que el día que no lea o escriba quiero que me deis con la mano abierta.
Anaïs, con la que he tenido el placer de compartir café y que me preguntó tanto que creí que la periodista era ella, es una mujer que a priori puede dar la imagen de tímida pero que en realidad es tan guay que te da fuerza y coraje cuando siquiera sabías que lo necesitabas. Solo puedo darte las gracias por lo pasado y lo que vendrá. Never stop believing, te sigues mereciendo ese final feliz.
Marc, eres un apasionado, un visionario incluso. ¡Soy super fan de gente así! Además, creo que -como una servidora- si no haces nada te mueres. Espero coincidir contigo alguna vez, yo pongo el café, eres tan diferente en tu ámbito cómo yo en el mío. El encuentro sería, cuanto menos, curioso.
Gracias por este tesoro literario a Concepción y a todos los autores, si no lo tenéis coged la puerta más cercana y ¡a por él ministéricos!
Marta M.
